Grupo de anillamiento de la Sociedad Valenciana de Ornitología

Qué es el anillamiento científico de aves y cómo está regulado

El anillamiento consiste en la aplicación de una anilla metálica, habitualmente de aluminio, en la pata de un ave viva. Esta anilla lleva impreso un remite que identifica a la estación anilladora donde se centralizan los datos, uno o varios dígitos característicos del tamaño de la anilla y un número diferente para todas las anillas del mismo modelo y estación. El anillamiento científico es una actividad que está regulada legalmente a nivel estatal por el Ministerio de Medio Ambiente y a nivel autonómico por la Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural. Para poder realizar esta actividad, es necesario contar con el aval de una entidad científica reconocida y estar en posesión del Certificado de Aptitud para el Anillamiento y Marcaje de Aves Silvestres expedido por la Oficina de Especies Migratorias (OEM) del Ministerio de Medio Ambiente. Este certificado es imprescindible para pedir posteriormente las autorizaciones en las Comunidades Autónomas en las que se vaya a ejercer la actividad. La OEM adquiere y envía a la Oficina de Anillamiento de cada entidad avaladora las anillas  (remites ICONA o ARANZADI, dependiendo de las entidades), siendo éstas las responsables de su reparto entre sus avalados. Asimismo, las entidades avaladoras han de recibir los datos de los anillamientos realizados por los grupos y los anilladores que las integran y reenviarlos a la OEM para su inclusión en una base de datos común.

Para qué se anillan las aves

La investigación de muchos aspectos de la biología de las aves sólo puede acometerse contrastando datos recogidos de los mismos individuos en dos o más momentos diferentes. Esto es especialmente necesario en estudios de migración. Mediante la simple observación de las aves podemos ver que una especie ocupa un área geográfica concreta a lo largo de una determinada época del año, y que existen movimientos de los individuos de una población entre determinadas zonas y épocas del año. Estas observaciones nos permiten extraer conclusiones sobre sus migraciones. Sin embargo, las conclusiones de estos estudios sólo suelen referirse a los patrones de comportamiento de la especie en su conjunto. Necesitamos una herramienta que nos permita individualizar cada ejemplar de una especie o población determinada, y esto lo conseguimos mediante el marcaje de las aves.

Además de facilitar el estudio de las migraciones, el anillamiento científico permite conocer otros aspectos importantes de las aves como su biometría, tasas de supervivencia, delimitación e importancia de las áreas de cría, de invernada y de sus rutas migratorias, las distancias de migración, las direcciones de vuelo o la fidelidad a los lugares de reproducción, invernada o paso; también todo lo relativo a la fenología, es decir, el desarrollo en el tiempo del ciclo migratorio, y su relación con otros aspectos importantes de la biología del ave como son la muda y la reproducción. Por todo ello, el anillamiento científico constituye una importante herramienta para el estudio y la conservación no sólo de nuestras aves, sino también de los ecosistemas que habitan.

Cómo se capturan las aves

Existen diversos métodos para la captura y posterior marcaje de las aves. La característica común a todos ellos es que la captura de las aves se realiza por métodos inocuos para ellas, pues la base de este sistema de trabajo consiste en que las aves marcadas deben quedar en las mismas condiciones físicas que cuando fueron capturadas. Dependiendo del tipo de aves que se pretende capturar se utilizan preferentemente unos métodos u otros. El método más utilizado por los anilladores es el de la red japonesa (también conocida como red invisible o red vertical), que consiste en un paño de red de hilo muy fino que se sitúa en posición vertical entre unas varas. Estas redes, que pueden ser de diferente longitud y luz de malla, se suelen colocar entre la vegetación y son muy eficaces para la captura de aves de pequeño y mediano tamaño. Las aves que pasan por delante de la red no la ven debido a la finura del hilo y quedan enganchadas en unas bolsas que forma el paño de la red cuando un ave, por su propio peso, queda atrapada en ella. En ocasiones, se utilizan reclamos grabados de una especie determinada para atraer los ejemplares hacia la red e incrementar así las probabilidades de captura. Otros métodos de trampeo se utilizan para capturar determinadas especies que, por su comportamiento y hábitat, resultan mucho más difíciles de capturar mediante redes japonesas: son las redes de suelo, los cepos malla, las redes-cañón, las jaulas-trampa, etc.

Materiales de anillamiento

Para la realización de las tareas de anillamiento, los anilladores cuentan con material específico. Por un lado, el material de trampeo, formado por las redes, jaulas, cepos-malla, etc., y los accesorios necesarios para el montaje de algunas de estas estructuras: varas, vientos, piquetas, etc. Por otro lado, el material científico, formado por los alicates especiales para cerrar las anillas y los instrumentos de medida como calibres de precisión, reglas, balanzas electrónicas, etc., y una serie de accesorios complementarios como, el cuaderno de anillamiento, las guías y claves para la identificación, datado y sexado de especies, los colectores donde se almacenan las aves durante el procesado, etc.

Qué podemos hacer si nos encontramos una anilla

En ocasiones, alguna persona puede entregarnos una anilla de un ave que ha cazado o ha encontrado muerta, o es posible que nosotros mismos encontremos una anilla o un ave herida o muerta que porta una anilla en la pata. En este caso, si es posible, debemos procurar recuperar la anilla y enviarla por correo postal dentro de un sobre a la dirección de la SVO (calle Pintor Velázquez, 3; 46100 Burjassot, Valencia). Si deseamos guardar la anilla y conservarla como recuerdo, podemos anotar el remite y numeración que aparecen inscritos en la anilla y enviarlo por correo electrónico a nuestra entidad (svornitologia@hotmail.com), tratando de indicar si es posible la especie de la que se trata, fecha y lugar de recogida de la anilla, así como otros detalles de que dispongas, como las circunstancias del hallazgo (si se trata de un ave herida o muerta, etc.). Tan pronto dispongamos del informe que la OEM nos remite con los datos del ave recuperada, te lo haremos llegar a través del correo electrónico.

Cómo llegar a ser anillador de aves

Generalmente, las personas interesadas en el anillamiento son ornitólogos que tienen experiencia en la observación e identificación de las aves y que, además, quieren conocer los métodos de marcado, ya que éstos posibilitan la realización de trabajos que no pueden llevarse a cabo con la simple observación convencional. El anillamiento de aves es una actividad científica que está actualmente regulada por las administraciones competentes en todo el mundo. En España existen diversas Entidades Avaladoras, que son organismos o entidades con un prestigio científico reconocido, a través de las cuales es posible formarse como anillador. El periodo de aprendizaje es variable y depende de las cualidades del interesado, de la habilidad de cada anillador en formar a sus propios colaboradores y del espectro de especies con el que llega a tener contacto. Actualmente todas las Entidades Avaladoras exigen superar unas pruebas para conseguir el permiso de anillamiento. Habitualmente, se recomienda a los anilladores que no actuén en solitario, sino que formen parte de alguno de los numerosos grupos de anillamiento que existen repartidos por toda la geografía de nuestro país.

El grupo de anillamiento de la SVO

La SVO cuenta con un reciente grupo de anillamiento científico de aves formado por 10 anilladores expertos y varios anilladores más en proceso de formación. En la actualidad, la SVO no está reconocida como entidad avaladora de anilladores en España, es decir, no dispone de la capacitación legal para formar y reconocer oficialmente anilladores de aves, aunque sí dispone de la capacidad técnica para hacerlo. Actualmente, esta capacidad legal para avalar anilladores sólo la tienen cinco entidades en nuestro país, estando los anilladores de la SVO avalados por el Centro de Migración de Aves (CMA) de la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife).

La creación del nuevo grupo de anillamiento responde, por una lado, a la necesidad de dotar a la SVO de un grupo de anillamiento propio y equipararse de esta forma a otras entidades que cuentan desde hace tiempo con una larga tradición en el anillamiento de aves e importantes grupos en su seno, como el Institut Català d’Ornitologia (ICO), el Grup d’Ornitologia Balear (GOB), la Estación Biológica de Doñana (EBD), el grupo Zaragoza, la Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE) o la Sociedad de Ciencias Aranzadi, entre otros; por otro lado, la creación del nuevo grupo permitirá asumir nuevos proyectos con mayores garantías y facilitará el funcionamiento interno de los anilladores que hasta el momento pertenecían a grupos distintos (Llebeig y l’Horta), pero que en la práctica estaban trabajando de forma conjunta desde hacía tiempo. Por lo tanto, el nuevo grupo de anillamiento surge de la fusión de dos antiguos grupos de la SVO: Llebeig, nacido en el año 1994 en l’Albufera, y l’Horta, creado en 2010 en Massamagrell. Ambos grupos, a su vez, se habían nutrido de algunos de los anilladores que formaban parte de la antigua Estación Ornitológica de l’Albufera (EOA) y Marjal del Moro, grupos que estuvieron en activo hasta aproximadamente finales de la década de 1990.

El ámbito de actuación del grupo de anillamiento SVO es principalmente la provincia de Valencia, donde mantiene diversas estaciones de anillamiento para el seguimiento de las poblaciones de aves. En estos momentos, la estación de anillamiento más operativa y que funciona de un modo regular es la localizada en el paraje de la Barrella, la Pobla de Farnals (l’Horta Nord). Esta zona es utilizada por numerosos paseriformes a lo largo de todo el ciclo anual, de modo que es posible la captura de un gran número de individuos de especies diferentes. Además de esta zona, el grupo de anillamiento SVO actúa de forma ocasional en otros ambientes de la geografía valenciana, como zonas húmedas (marjal de Rafalell i Vistabella), ecosistemas forestales (sierra de la Ceja, la Yesa), cultivos (huerta de Mislata y Quart de Poblet), parques y jardines (la Canaleta de Mislata), etc.

Si quieres participar de las actividades de anillamiento desarrolladas por el grupo, puedes ponerte en contacto con los coordinadores de esta actividad:

Pepe Lucas Tamarit, tel. 655668723.

Toni Polo Aparisi, tel. 630714292.